29 de agosto de 2013

Devastación



Aire concebido esta noche, de exhalaciones trémulas y amorosas. Donde tu voz me recuerda que valen la pena los años y las tormentas en el requiem de mis inflexiones cada vez que mis dedos desgarran inútiles mi rostro. Aire del grito escarpado, qué importa para dónde se eleva, la gravedad nos levanta tiernamente para soltarnos con dejo cuando los pulmones ya no dan para más. Somos el grito furioso, la catarsis que celebra el instante de sincronía, el estremecimiento al sentirme absorbido por tu ansiedad sacra.
Luego en la devastación yacemos mirándonos con las manos, acariciando nuestro arousal con flores aún con pétalos. Dejando todo fuera, somos dentro, contemplado el aire, decidiendo ceñir nuestro tiempo.

No hay comentarios.: