Nadie es indispensable
La voz del pópulo es la voz de la confusión queriendo ser certera, queriendo tener verdad universal, queriendo ser absoluta: Es una torre resbalosa de la cual sujetarse.
De pronto la voz profiere la frase que titula este texto. Lo dice para los que amenazan irse. La amenaza surge desde el narcisismo, buscando sentirse único, el mejor, el insustituible.
Será verdad esa voz añeja que por antigua clama ser auténtica. Será cierto que el que se va, será fácilmente substituido y relegado a la oscuridad del olvido. Como siempre las generalizaciones son peligrosas.
Lo indispensable, es lo necesario, lo que es vital para coexistir; algo crítico, que si falta, hace que todo lo demás se derrumbe y así permanezca. Por nuestra vida, desde pequeños nos acostumbramos a cambios, ya sean pequeños o grandes, que nos enseñan a adaptarnos con nuevos elementos, a que todo lo que no esté en nuestro cuerpo, es dinámico y renovable por un nuevo elemento. Ahora la ciencia y tecnología puede cambiar algunos elementos también de nuestro cuerpo. El factor que hace que sintamos nostalgia por el anterior elemento o temor por perder el actual, es el apego, o tal vez el amor.
De una simple impronta, hasta un sentimiento elaborado, que dota de individualismo a tal elemento, que lo personifica, y le da una dimensión especial, única. Es cuando creemos que nadie podrá venir y ocupar su lugar. Aún de que por supuestos fines prácticos lo creamos o lo palpemos, y sea inevitable.
En el organismo capitalista, es común esa práctica, es lógica y productiva. Mover las piezas por nuevas, renovarse, evolucionar con un sistema intercambiable, es parte del paradigma. Amigos, compañeros de trabajo, se fusionan con los pasivos contables de la empresa y se sustituyen con prontitud. Algunos, cuando se van, se dicen para sí mismos, que se les extrañará -a modo de vanidad post morten de la que habla Sabato- y que el elemento que se queda no cubrirá las expectativas, por lo tanto se descubrirá su necesaria naturaleza. En el contexto laboral, dados el diseño de un puesto, niveles de competencia o habilidades por experiencia del nuevo sujeto, generalmente –y fríamente reiterando el contexto laboral- la persona es sustituida, pudiendo borrar aquel fantasma de vanidad. Aun de que su estilo fuese diferente. Mas, es precisamente allí donde se puede comenzar a refutar la idea de lo reemplazable. Cuando dicha persona, generó un halo de simpatía con sus allegados, e hizo sólidas relaciones humanas, (capacidad de escucha activa, comunicación de sentimientos e ideas profundas, ayuda solidaria, empatía, sensibilidad por las necesidades del otro, etc.) éstas se filtran indudablemente al estilo de trabajo, pero más, a la restitución de una persona, no un objeto.
Fuera de lo operativo, en el plano fraterno, filial, es dudoso hablar de aquella supuesta máxima. Nadie viene a cambiar a un amigo, a un hermano, a una madre, a un padre queridos. Se vuelen indispensables y si bien cuando faltan, buscamos formas o artificios por los cuales subsistir, desearíamos siempre, que estuvieran allí. El nivel de intensidad quizá se medirá –si lo deseamos hacer- por la facilidad de reprimir o desplazar o lo que sea, a esa añoranza por volver a estar juntos.
Mientras, es sano, seguir otra máxima con más veracidad, provinente de la ideología Gestalt: “vive el aquí y el ahora”, a lo que agrego, disfrutando de tus buenas compañías, dejándote acompañar por quien amas. Dejando una sutil reminiscencia por quien lo hizo en el pasado.
De pronto la voz profiere la frase que titula este texto. Lo dice para los que amenazan irse. La amenaza surge desde el narcisismo, buscando sentirse único, el mejor, el insustituible.
Será verdad esa voz añeja que por antigua clama ser auténtica. Será cierto que el que se va, será fácilmente substituido y relegado a la oscuridad del olvido. Como siempre las generalizaciones son peligrosas.
Lo indispensable, es lo necesario, lo que es vital para coexistir; algo crítico, que si falta, hace que todo lo demás se derrumbe y así permanezca. Por nuestra vida, desde pequeños nos acostumbramos a cambios, ya sean pequeños o grandes, que nos enseñan a adaptarnos con nuevos elementos, a que todo lo que no esté en nuestro cuerpo, es dinámico y renovable por un nuevo elemento. Ahora la ciencia y tecnología puede cambiar algunos elementos también de nuestro cuerpo. El factor que hace que sintamos nostalgia por el anterior elemento o temor por perder el actual, es el apego, o tal vez el amor.
De una simple impronta, hasta un sentimiento elaborado, que dota de individualismo a tal elemento, que lo personifica, y le da una dimensión especial, única. Es cuando creemos que nadie podrá venir y ocupar su lugar. Aún de que por supuestos fines prácticos lo creamos o lo palpemos, y sea inevitable.
En el organismo capitalista, es común esa práctica, es lógica y productiva. Mover las piezas por nuevas, renovarse, evolucionar con un sistema intercambiable, es parte del paradigma. Amigos, compañeros de trabajo, se fusionan con los pasivos contables de la empresa y se sustituyen con prontitud. Algunos, cuando se van, se dicen para sí mismos, que se les extrañará -a modo de vanidad post morten de la que habla Sabato- y que el elemento que se queda no cubrirá las expectativas, por lo tanto se descubrirá su necesaria naturaleza. En el contexto laboral, dados el diseño de un puesto, niveles de competencia o habilidades por experiencia del nuevo sujeto, generalmente –y fríamente reiterando el contexto laboral- la persona es sustituida, pudiendo borrar aquel fantasma de vanidad. Aun de que su estilo fuese diferente. Mas, es precisamente allí donde se puede comenzar a refutar la idea de lo reemplazable. Cuando dicha persona, generó un halo de simpatía con sus allegados, e hizo sólidas relaciones humanas, (capacidad de escucha activa, comunicación de sentimientos e ideas profundas, ayuda solidaria, empatía, sensibilidad por las necesidades del otro, etc.) éstas se filtran indudablemente al estilo de trabajo, pero más, a la restitución de una persona, no un objeto.
Fuera de lo operativo, en el plano fraterno, filial, es dudoso hablar de aquella supuesta máxima. Nadie viene a cambiar a un amigo, a un hermano, a una madre, a un padre queridos. Se vuelen indispensables y si bien cuando faltan, buscamos formas o artificios por los cuales subsistir, desearíamos siempre, que estuvieran allí. El nivel de intensidad quizá se medirá –si lo deseamos hacer- por la facilidad de reprimir o desplazar o lo que sea, a esa añoranza por volver a estar juntos.
Mientras, es sano, seguir otra máxima con más veracidad, provinente de la ideología Gestalt: “vive el aquí y el ahora”, a lo que agrego, disfrutando de tus buenas compañías, dejándote acompañar por quien amas. Dejando una sutil reminiscencia por quien lo hizo en el pasado.
3 comentarios:
En esta ocasión quería abstenerme a opinar, pero el tema provoca no quedarse callado, soy una persona que piensa lo que tu comentas, aunque después con el tiempo descubre que en efecto, UNO NO ES INDISPENSABLE, pero también existen esas personas que "uno deja" y que con el tiempo, cuando uno las ve, refuerzan el pensamiento de ser indispensable, por comentarios como: "desde que te fuiste no es lo mismo", "te extraño", "no hemos podido encontrar a alguien con tu perfil" y bueno, expresiones como esas existen muchas.
Lo importante es analizar esos comentarios, pues pueden ser producidos por una "normal" melancolía causada por el reencuentro, aunque en realidad, no se sea indispensable.
Pues amigo, aquí esta mi comentario.
hola, lo imprescindible, lo que uno no deja ir por temor a derrumbarse, sabiendo que lo unico que puede derrumbar es perder la salud, parte de lo que vale la pena en esta vida cuidar, con el paso del tiempo he aprendido que esa si es una de las principales cuestiones que debemos valorar y gracias a muchos factores externos e internos tambien, porque no decirlo lo dejamos pasar como si la fueramos a encontrar a la vuelta de la esquina, porque finalmente lo que se va, eso material que tanto añoramos y luchamos por tener un dia se acaba, asi como la salud, pero esa podria permanecer bien o cada dia ser mejor solo con nuestra propia fuerza.
eso de lo imprescindible, estoy conciente de vivir con ello, de creer que si no tengo a mi lado a una persona no podre continuar, sin embargo eso no es cierto, quiza la ausencia me de mayor fuerza para salir adelante, sabiendo que esa persona estaria orgullosa de mi viendo lo que hago, e incongruentemente es parte del aferrarce a seguir con alguien que al final donde este afortunadamente quiza será mejor y no esta pensando lo mismo que uno.
sabes, creo que el sentimiento de pertenencia tiene mucho que ver con esto, algo que no podemos evitar porque al estar fuera de un contexto asi dejamos de tener cubierta una de las necesidades basicas.
luego leyendo el texto del libro la masculinidad toxica, creo que tambien hay algo de relacion con lo anterior, esa parte que a hombres y mujeres no nos permite dejar ver lo que realmente somos, por temores varios, por ideas y paradigmas que se nos han inculcado desde el vientre y nos limitan a revelar nuestra verdadera identidad, y a quien mas tenemos que demostrarle cierta fortaleza cuando realmente los unicos que conocemos de ella somos nosotros mismos, fuertes porque sabemos soportar el actuar algo que no somos, fuertes al negar nuestra verdadera razon, debiles al imaginar que de esta manera hacemos bien y estamos en el mejor camino para pertener a un grupo que igual que nosotros esta jodido, podrido y arruinado, cansado y abrumado.
ojala y puedas darme respuesta a esto, hoy es un dia diferente para mi, es fin de semana y estoy sola, eso tambien da miedo y agregando algo al texto anterior, quiero decir que en mi caso prefiero acercarme a un hombre para externarle lo que realmente me pasa, porque el juicio de la mujer es tarn fuerte que en lugar de hacerme sentir mejor derrumba, sera porque dice la verdad, eso no lo se, pero la verdad que el hombre resalta tambien es importante y por ello defino mi postura de esta manera, mas alla de estar acostumbrada a la convivencia masculina o al pene, jajajajaja, eso no es cierto porque apenas lo estoy conociendo....... parte de mi intimidad, eso te lo digo porque vale la pena que un HOMBRE como tu sepa esto, que ademas de todo verdad o mentira pero el hombre muchas veces pide que le hables de su pene como una forma de satisfaccion, queriendo encontrar en su virilidad la mejor manera de incrementar su ego, tambien eso es cierto o me estoy equivocando?????
vez y asi puedo seguir escribiendo, pero seria mas grato si existe una respuesta al momento. ahora si te dejo, espero no haberte aburrido con mis comentarios y ojala pronto pueda leerte, encontrar en tu sabiduria alguna idea mas inteligente que la mia respecto a lo que hablo, que si estoy equivocada puedo aprender y rectificar. gracias por este espacio y gracias por ti.
Si estoy de acuerdo con lo que mencionas acerca de las personas como ya sabrás todas las personas son muy diferentes y depende de lo que te han dejado en tu crecimiento y que es lo que significaron para ti, pero a lo que a mí respecta, es de que aquellas personas como lo mencionas por el narcisismo, el buscar sentirse único, el ser mejor, el ser insustituible, el creerse todo esto son personas que a mí me molesta escuchar, siento que no tienen la capacidad de apreciar a los demás, se niegan a la realidad de que existen otras personas que pueden tener las mismas características que la persona posee y que por el simple hecho de pasarse un buen rato con esta persona no quiere decir que sin él las cosas no serian igual, a la mejor todos tenemos un poquito de narcisismo y de valorar nuestra presencia yo no digo que no, porque cada individuo es valioso, único e irrepetible, pero eso no te da el derecho de menospreciar a las demás personas y de creer que eres el único o esencial dentro de un contexto social.
Y sobre que sí existen personas que no pueden ser remplazadas como alguien que ha dejado huella en ti se que las hay, las personas pueden dejarte huellas muy marcadas a lo largo de tu vida y creer en cierto momento que son irremplazables, pero estas negando la posibilidad a que otra persona te demuestre lo que puede ofrécete, tienes el derecho de que estas personas puedan quedarse en el recuerdo lo bello e irrepetible que puede ser alguien pero cabe la posibilidad de ser reemplazable, no es válido, amenos para mi, que te quedes atado al recuerdo de algo que ya paso o de alguien que ya no está y negar al presente
Además como tú lo dices hay graduación de sentimientos o prioridades y de igual manera existe el sufrimiento al desprendimiento que te causa aceptar la situación, ese desprendimiento del cambio, de dejar algo atrás y tomar algo nuevo cuesta trabajo, porque no es lo mismo un padre que un amigo o tal vez la pareja, verdad, pero yo creo que si es alcanzable con tu fuerza de voluntad y las ganas de disfrutar la bella vida claro que logra, es un proceso de recuperación largo pero creo que puede ser más saludable.
Pues eso es lo que yo pienso, mira nada más la que no sabía que escribir, pero en fin. Te quiero. Con cariño tu amiga y colega, Ely Aguilar.
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